Para ser incluyente sin repetir tanto, diré a veces las niñas y a veces los niños. También hablaré de las guías y los guías para referirme a las mamás, papás, familiares, maestras o amigos que les estén acompañando.
Contenido
Introducción
Hacer escuela en casa en este periodo puede ser el momento para que las niñas, junto con sus padres u otras guías, dialoguen y aprendan de otro modo: por indagación1. En el aprendizaje por indagación, los niños parten de intereses auténticos, usan fuentes de información reales y formulan conclusiones útiles para orientar su pensamiento y su acción.
¿Por qué vale la pena intentarlo? Porque es una oportunidad para que las niñas reflexionen y platiquen sobre lo que les impacta (como el mismo Coronavirus que ha alterado su vida, o el movimiento de mujeres que se ha hecho sentir con tanta fuerza); para que usen lo que les apasiona como catapulta; para que descubran nuevos intereses o abran la caja de pandora de lo que antes parecía aburrido (¡incluidos los temas escolares!).
También es una oportunidad para que vivan otro modo de aprender: a su propio ritmo, según sus intereses, habilidades y necesidades, saboreando el proceso, con el acompañamiento cercano de sus guías, y de ser posible, dialogando con otros niños.
Finalmente, el aprendizaje por indagación sirve para algo que se repite mucho, pero se entiende poco: aprender a aprender. Encontrar lo interesante de las cosas, cuestionar el mundo y cómo cambiarlo, formular preguntas, organizar el propio aprendizaje, encontrar información útil y confiable, distinguir la que no lo es, leer con sentido, tomar notas, sacar sus propias conclusiones, dialogar y compartir mientras se aprende... Todas éstas son habilidades esenciales, y las niñas necesitan oportunidades y apoyo para desarrollarlas.
El aprendizaje por indagación es flexible. Se adapta a distintos niveles. Puede ser individual o colaborativo entre los niños de la casa (ver la sección Trabajo con niñxs de distintas edades). Puede hacerlo cada familia por su cuenta, u organizarse entre familias (ver la sección “Coordinación entre familias”).
Esta guía presenta las tres fases de las investigaciones (el Enganche, la Experiencia con fuentes y el Argumento o acción), y cómo orientar a las niñas a través de cada una. Leída de principio a fin, da un panorama del aprendizaje por indagación y explica cómo realizar investigaciones completas, de muchos tipos y tamaños. Sin embargo, también se puede empezar por algo pequeño. Por ejemplo, pueden realizar el Veo/pienso/me pregunto usando una foto familiar. Pueden analizar qué tan confiable y relevante es una publicación en Internet con la tabla de crítica de fuentes. Pueden hacer una mini investigación con el cuadro Sé/quiero saber/aprendí
La guía se enfoca en investigaciones de historia y ciencias sociales en primaria, pero también puede servir para otros temas y otros niveles.
Agradecimientos, referencias y una invitación
Escribí la versión original de esta guía para la Comunidad Educativa Tamujé Iwigara, en donde las niñas y niños sigan sus intereses, a su ritmo, en armonía, en comunidad y en conexión y compromiso con su entorno. Ahora, la guía está adaptada y dedicada para todas las familias mexicanas que emprenderán sus propias experiencias educativas desde casa.
Escribí esta guía apoyada en muchos materiales que mencionaré sobre la marcha, y de manera importante en los libros de Barton y Levstik y Austin y Thompson. El marco general en el que basé las tres fases de la investigación se llama Engage-Experience-Argue: viene originalmente de los modelos 5E y EEE+A para formación de docentes en ciencias, y fue adaptado por mi tutora Chauncey Monte-Sano y sus colegas para formación de docentes de historia y ciencias sociales. El aprendizaje por indagación lo aprendí también con ella a través del proyecto Read.Inquire.Write. en el cual trabajo.
Gracias a las mamás, papás, maestras, investigadores y amigos que me dieron valiosos consejos para adaptar y mejorar la guía (Haydee González, Miguel Zapata, Miguel Ángel Urrutia, Elena Rich, Mauricio González, Adrián Frausto, Francisco Pacheco).
A las familias que usen esta guía: para ir mejorando y aumentando este material, les invito a compartir los trabajos que hagan, los recursos que usen, lo que no se entienda, lo que funcione y lo que no, sus sugerencias y sus preguntas a mi correo marestra@umich.edu.
¡Muchas gracias!
Mar Estrada, marzo de 2020
¿Qué son las investigaciones?
En el aprendizaje por indagación, los niños parten de intereses auténticos, usan fuentes de información reales y formulan conclusiones útiles para orientar su pensamiento y su acción. Indagar sobre sociedad, historia y más, es una oportunidad muy especial para las niñas y niños: no sólo lleva a un aprendizaje relevante, auténtico y profundo sobre su mundo; también enseña poderosas habilidades para toda la vida.
Llamaremos investigación a un ciclo completo de indagación. Las investigaciones tienen tres fases:
Las tres fases ayudan a estructurar las investigaciones y sacarles todo su jugo: El Enganche brinda un punto de arranque claro y motivante. La Experiencia con fuentes sirve para responder a las preguntas de investigación con evidencias y desde distintos puntos de vista. El Argumento o Acción sirve para atar la investigación a su propósito auténtico: orientar nuestro pensamiento y nuestra acción.
Las y los guías (mamás, papás, familiares y docentes) pueden acompañar y facilitar el proceso de las niñas, así como acercarles estrategias que poco a poco irán dominando. Además, las investigaciones son una forma en que las guías y los niños pueden compartir y construir juntos lo que les intriga, lo que aprenden y lo que les mueve. Veamos cómo, fase por fase:
Enganche
El Enganche es el momento en que las niñas y niños se interesan (o reavivan su interés) por algún tema, aprenden un poco más sobre el mismo y definen su pregunta de investigación. Para todo, empezar con un buen material, que llamaremos punto de partida, puede hacer maravillas.
Punto de partida
El Enganche necesita un punto de partida: un material que sirva para remover sentimientos, dar qué pensar, generar conversación y detonar preguntas en los niños. Ese material puede tomar muchas formas: una fotografía vieja de la familia, fotografías sorprendentes de otros contextos y culturas, pinturas de siglos pasados, una caricatura política, un anuncio de la tele, las palabras de unos niños en una entrevista, una noticia, un post en redes sociales, una canción de protesta, el video de un momento histórico sobre el que nunca se habían parado a pensar... (En las páginas 19-21 hay una lista de recursos que puede servir).
Los puntos de partida con historias personales y temas de vida cotidiana son excelentes, porque los niños conectan fácilmente con ellos. De ahí pueden brincar a preguntarse sobre relaciones humanas, economía, cultura, migración, política, ecología, cambio a través del tiempo, organización humana, conflictos, etcétera. Este mosaico de fotos puede dar algunas ideas para puntos de partida:
Materiales como estos pueden darle a los niños mucho de qué hablar, qué pensar y qué averiguar. A todo eso le llamaremos actividades reflexivas:
Actividades reflexivas
El propósito de las actividades reflexivas con puntos de partida es que las niñas activen y extiendan sus sentimientos, ideas y conocimientos alrededor de un tema en preparación para investigar.
Usaremos como ejemplo de punto de partida esta fotografía antigua de Creel, que quizá sea interesante para los niños de esa localidad:
La guía y el niño pueden empezar platicando sobre qué hay en la imagen, qué les llama la atención, qué estaría pasando ese día, por qué se habría tomado la foto... De ahí pueden surgir observaciones y preguntas sobre cómo eran las cosas antes y cómo son ahora (cambio a través del tiempo), quiénes vivían en el pueblo, a qué se dedicaban, cómo era su vida, cómo estaban los bosques y mucho más.
En lugar del diálogo se puede hacer la actividad “Veo, pienso, me pregunto”. Los niños pueden aprender esta estrategia con ayuda de una guía y después hacerla por sí mismos. Primero dibujan una tabla como esta:
Veo | Pienso...porque... | Me pregunto |
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En la columna de “Veo” deben anotar sólo cosas que vean directamente en la imagen, sin hacer inferencias: cosas que puedan señalar con el dedo. Por ejemplo: Un letrero que dice “Una carrera de indias...”; doce mujeres y hombres rarámuri corriendo por una calle sin pavimentar; tres casas blancas...
En la columna “Pienso” anotan lo que infieren a partir de lo que observan y por qué. Por ejemplo: “creo que fue hace mucho tiempo porque la foto es en blanco y negro y está borrosa”; “creo que es en Creel porque eso dice el letrero”; “tal vez hubo un incendio porque se ven pocos árboles y chiquitos en el monte”; “creo que la gente está contenta porque es una carrera”. La diferencia entre ver y pensar (entre observar e inferir) no es obvia: hay que ponerle ejemplos y ayudar a las niñas en sus primeros intentos. Distinguir entre observar e inferir es una habilidad que les servirá no sólo en las investigaciones, sino en muchas situaciones de la vida.
En la última columna, las niñas ponen las preguntas que les generó la fotografía. Por ejemplo: ¿las corredoras de ahora son más rápidas?, ¿por qué no se ve bien la foto?, ¿por qué dice “indias” si también hay hombres?, ¿por qué dice “indias” (se dice “indígenas”)? Esas preguntas quizá no están todavía listas para lanzar una investigación, pero los niños quedarán enganchados
Preguntas de investigación
Toda investigación necesita una buena pregunta. Simplemente investigar “un tema”, o “sobre un tema” no es lo ideal: es mucho mejor hacerlo con una buena pregunta en mente. Esto le da un propósito más claro e interesante a la investigación. La pregunta forma parte de la primera fase (el Enganche) porque es lo que motiva y guía todo el trabajo.
¿Cómo es una buena pregunta de investigación, especialmente en historia y ciencias sociales? Debe ser interesante, abierta y auténtica:
Interesante. Trata sobre algo sorprendente, importante, paradójico, desconocido, o de alguna forma fascinante para las niñas: es suficientemente interesante para motivar la investigación.
Abierta. Las preguntas cerradas pueden contestarse con “sí”, “no”, o con unas pocas palabras. En cambio, las preguntas abiertas:
No pueden responderse con “sí”, “no”, ni con unas pocas palabras: requiren respuestas más elaboradas, y necesitan más conocimiento, evidencia y reflexión.
Sus respuestas no se dividen en correctas e incorrectas: simplementa hay respuestas más acertadas, completas, fundamentadas y convincentes que otras. Las buenas respuestas pueden ser diferentes entre sí, porque hay distintas perspectivas.
Son expansivas: van generando más y más preguntas a medida que se investigan.
Auténtica. Las personas (ciudadanos de a pie de, periodistas, académicas, maestros), realmente se hacen estas preguntas, porque son importantes y no son nada obvias.
¿Quién debe formular las preguntas? Pueden ser tanto los guías como los niños.
La ventaja de que lo hagan los guías es que pueden orientar a los niños hacia algo que consideren importante. Además, pueden tener en cuenta qué recursos hay en la casa (internet, libros, fotos, personas, objetos...). Pueden también cuidar que la pregunta sea interesante, abierta y auténtica.
La ventaja de que las mismas niñas definan la pregunta (además del hecho de que sea su propia pregunta), es que aprendan a formular buenas preguntas de investigación. Esta habilidad no es automática para la mayoría de las personas, sino que tiene que desarrollarse. Una estrategia para ello es la Técnica de Formulación de Preguntas. L a técnica fue creada por una organización llamada Right Question Institute. Su página web tiene muchos materiales y ejemplos (en inglés). Éste es un resumen de la técnica:
Al igual que en esta guía, se empieza con un material como punto de partida: una imagen, una frase, un objeto, etcétera.
Los niños formulan y anotan TODAS LAS PREGUNTAS QUE SE LES OCURRAN a partir de ese material, durante unos 5 minutos, sin cuestionarlas, cambiarlas, ni tratar de responderlas. Es mejor si se hace entre dos personas o más, porque así se les van ocurriendo más y mejores preguntas. En el proceso, van activando sus conocimientos previos y su curiosidad.
Ya que tienen la lista de preguntas, marcan cuáles son abiertas y cuáles son cerradas (ver la definición de arriba). Así aprenden la diferencia entre ambos tipos.
Eligen algunas preguntas abiertas y las transforman en cerradas; eligen algunas preguntas cerradas y las transforman en abiertas. Esto también sirve para que aprendan la diferencia entre ambas, y para que ver cómo se puede jugar con ellas abriéndolas y cerrándolas.
Después eligen cuáles de todas sus preguntas quieren trabajar, y si las quieren en su versión cerrada o abierta. Puede ser una sola; quizá dos o tres.
Finalmente, los niños planean cómo harán para contestar las preguntas que eligieron (lo cual ya los lanza a la siguiente fase de la investigación: la Experiencia con fuentes).
Las preguntas cerradas no son malas, porque nos pueden llevar a datos esenciales que no conocíamos, y también pueden inspirar otras preguntas (por ejemplo, ¿en qué país viven más personas?; ¿quién es el gobernador o gobernadora de mi estado?). Sin embargo, muchas preguntas cerradas se pueden contestar con una simple consulta a una persona o a Google. Los guías pueden animar a los niños a que resuelvan rápidamente las preguntas cerradas, y luego investiguen profundamente una pregunta abierta (¿Por qué en algunos países viven muchas personas y en otros pocas?; ¿Qué tal está haciendo su trabajo la gobernadora de mi estado?).
Otra técnica más sencilla para formular preguntas es mediante un cuadro llamado “Sé / Quiero saber / Aprendí”:
Sé | Quiero Saber | Aprendí |
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En la primera columna las niñas anotan lo que saben sobre el tema. En la segunda, lo que quieren saber sobre el tema: ésas podrían ser las preguntas de investigación. En la tercera columna anotan lo que aprendieron durante la investigación. Eso puede funcionar muy bien para estructurar investigaciones cortas y sencillas. Al final pueden ver cuáles de sus preguntas lograron responder y cuáles no. Si quedaron preguntas pendientes, las pueden retomar en la siguiente investigación. Los cuadros “Sé / Quiero saber / Aprendí” también ayudan a los niños a leer y tomar notas con sentido: no copian cualquier cosa, sino sólo aquello que efectivamente responde a las preguntas que ellos mismos se hicieron.
Formular preguntas de investigación es una habilidad compleja, pero a medida que la aprenden y la practican, las niñas se van volviendo investigadoras más hábiles, sofisticadas y autónomas.
Éstas son algunas preguntas de investigación sobre historia y sociedad que las guías y/o los niños podrían proponer tras una Actividad Reflexiva con un Punto de Partida. Son sólo ejemplos: las preguntas surgen a medida que nos adentramos en los temas:
¿México es un país joven o viejo? ¿Cómo sabemos qué dicen los códices prehispánicos? | ¿Por qué se dice que algunas personas tienen un “buen trabajo” (empleo) y otras no? |
¿Por qué muchas de las cosas que usamos están hechas en Asia? | ¿Por qué tanta gente en México es católica? |
¿Por qué nuestras abuelas y abuelos tenían más hermanas y hermanos que nosotros? | ¿La Revolución logró más justicia y bienestar en México? |
¿Es buena idea ser Youtuber de grande? | ¿Cómo serán los coches cuando seamos viejos? |
¿Por qué la gente de nuestra colonia llegó a vivir aquí, por qué se queda y por qué se va? | ¿Cómo sabemos qué dicen los códices prehispánicos? |
¿Para qué sirve saber dónde están los diferentes países? | ¿Cómo le hacen los pueblos indígenas para defender sus territorios? |
Extender el conocimiento previo
En el Enganche las niñas también extienden su conocimiento previo en preparación para la investigación: aprenden información básica sobre el tema que van a investigar. Puede ser mediante una mini explicación por parte de los guías, una lluvia de ideas, una pequeña lectura, un video informativo, o hasta un cómic (como éste, que expone la actual situación de falta de agua en Ayutla, Oaxaca).
¿Para qué extender el conocimiento previo AL PRINCIPIO de la investigación? Que pone a los niños en condiciones de hacer un trabajo más interesante y profundo que si tuvieran que averiguar y entender TODO por sí mismos. Los pone en condiciones de comprender los materiales que consulten, hablar con las demás sobre el tema, organizar mejor sus ideas, etcétera. (Especialmente si el tema es nuevo para ellos, o si todavía no son lectores autónomos).
Supongamos que su pregunta de investigación es sobre la cultura olmeca. Si van directamente a los materiales de consulta, probablemente les sea difícil entenderlos y sacarles jugo. En cambio, si ya tienen la noción de que se trata de una cultura prehispánica que floreció en lo que hoy es Veracruz y Tabasco, que fue una cultura muy influyente, que nos dejó artefactos sorprendentes como las cabezas colosales, y que aún hoy sabemos relativamente poco sobre ella; los materiales tendrán mucho más sentido. Incluso, al revés de lo que plantea la guía, se puede extender el conocimiento previo ANTES de formular las preguntas, para que las preguntas estén inspiradas en ese nuevo conocimiento.
En la escuela tradicional, la información básica como la que pusimos sobre los olmecas es el PUNTO DE LLEGADA. En cambio, en el aprendizaje por indagación la información básica es sólo el PUNTO DE PARTIDA: la catapulta.
Es recomendable que esta información básica quede plasmada para que las niñas la puedan consultar durante la investigación; por ejemplo, pueden hacer una cartulina con definiciones, una línea del tiempo o un mapa conceptual.
Resumen del enganche
La primera de las tres fases de la investigación es el Enganche. Comienza con un material como punto de partida para una actividad reflexiva. Se plantea una pregunta de investigación y se extiende el conocimiento previo sobre el tema a investigar. Estos elementos pueden tener distinto orden y distintas formas: lo importante es que estén presentes de una u otra manera, porque sientan las bases para una buena investigación.
Experiencia con las fuentes
La Experiencia con las fuentes es la fase central de la investigación. Encontrar y usar información útil y confiable es de las habilidades más importantes que tenemos las personas en todo tipo de contextos y ocupaciones.
Las organizaciones vecinales, indígenas, comunitarias o políticas recurren a distintas fuentes y métodos cuando tienen algún problema, alguna iniciativa o alguna decisión que tomar. Lo mismo pasa con quienes se dedican a investigar temas sociales; como periodistas, activistas, gestoras sociales, historiadores, sociólogas... Nosotras mismas, aunque no nos dediquemos a nada de esto, consultamos fuentes de diversas maneras cuando averiguamos qué negocio podríamos poner, qué nos espera con este gobierno, qué está pasando con la violencia y qué podemos hacer para frenar las injusticias. En todos estos contextos, las investigaciones suelen estar completamente abiertas: hay que decidir desde cero qué investigar, dónde y cómo buscar la información, cuál sirve y cuál no y qué hacer con ella. Nada está preestablecido de antemano.
Con las niñas, las investigaciones pueden ser desde muy abiertas hasta muy dirigidas. Las investigaciones más abiertas permiten que ellas mismas definan sus preguntas de investigación, busquen sus propias fuentes y decidan sus propios métodos. Pero si las investigaciones son demasiado abiertas, o no existe suficiente guía y acompañamiento, puede que los niños no encuentren el camino, la motivación, los materiales o las estrategias para sacarle jugo a su trabajo. Ya veíamos que la definición de la pregunta puede ser abierta o dirigida: tengámoslo en cuenta también para la Experiencia con Fuentes.
En esta fase, los niños trabajan con un juego de fuentes para responder a sus preguntas. Valoran su confiabilidad y utilidad (crítica de fuentes), las leen y analizan para aprender de ellas, y finalmente formulan sus conclusiones.
Juego de fuentes
A diferencia de muchas tareas escolares en las que los niños simplemente buscan las respuestas en su libro de texto (o en Google o en una enciclopedia), en el aprendizaje por indagación se trata de que consulten varias fuentes con perspectivas distintas para llegar a sus propias conclusiones. También importa que esas fuentes sean las que realmente consultarían las personas interesadas en un tema fuera de un salón de clases: fuentes de primera mano como fotografías, testimonios, notas periodísticas; o fuentes de segunda mano como opiniones relevantes o textos de especialistas.
Pongamos como ejemplo la pregunta “¿Las personas en Creel tienen lo necesario para vivir bien?”. Supongamos que los niños ya activaron y extendieron su conocimiento previo: Ya reflexionaron qué cosas se necesitan para vivir bien e hicieron una lista: hogar, alimento, salud, afecto, trabajo y paz. También saben ya que Creel es una localidad de unos 5,000 habitantes, el área que abarca y el municipio al que pertenece.
Si la Experiencia con las fuentes es abierta, a partir de aquí los niños decidirían qué ruta tomar para contestar la pregunta. Podrían entrevistar a sus compañeros; podrían consultar información del INEGI; podrían preguntarle a algún adulto o podrían buscar noticias sobre el tema. En cambio, si es más dirigida, el guía podría ayudarles armando un pequeño juego de fuentes, que podría incluir:
Algunos párrafos del artículo Proponen que Creel sea el municipio 68. Polémica divide opiniones.
Una guía de preguntas para entrevistar a una mamá de un compañero (la fuente sería esa mamá).
La lámina 7 de este Diagnóstico Estadístico del Municipio de Bocoyna.
El juego de fuentes debe brindar información relevante, confiable y variada para responder a la pregunta de investigación. No hay fuentes perfectas: todas dan sólo una parte de la información, todas tienen una perspectiva particular y todas tienen sesgos y limitaciones.
Por eso necesitamos una variedad.
La ventaja de tener armado el juego de fuentes es que los niños se pueden concentrar en otros aspectos que de por sí son complejos: la crítica de fuentes, la lectura/análisis y las conclusiones. Además, así pueden darse una idea de qué tipo de fuentes pueden usar y combinar. Otra ventaja de armar el juego de antemano es que podemos adaptar las fuentes para uso de los niños: podemos seleccionar algunos párrafos relevantes, usar un lenguaje más sencillo y poner a la mano la información sobre el origen de la fuente (misma que necesitarán para hacer la crítica).
En cambio, la ventaja de dejar abierto el juego de fuentes es que los niños aprendan estrategias para buscar sus propias fuentes y armar sus propios juegos, y que usen su creatividad y su iniciativa para ello. Se pueden combinar ambas estrategias: las niñas pueden usar un juego de fuentes ya armado y después añadir otras fuentes que propongan.
Qué fuentes usar
En lo que va del capítulo sobre Experiencia con fuentes ya hemos visto un panorama de los tipos de fuentes auténticas que usan las personas, y que pueden usar las niñas. Entre todas ellas, las fotografías son las reinas para las investigaciones en primaria por muchas razones:
Todos los niños pueden usarlas, incluso los que no leen.
Son atractivas y estimulantes, sobre todo si salen personas, y sobre todo si esas
personas son niños y niñas. Las fotografías hacen que los temas sociales e históricos
cobren vida de una manera única.
Son fuentes primarias; es decir, fueron creadas en el momento y en el lugar de los
hechos, por lo que ofrecen una perspectiva directa y privilegiada.
Son ricas en información que puede interpretarse de distintas maneras: todos vemos en
ellas algo diferente, y nos hacen pensar cosas diferentes.
Es fácil encontrar fotografías sobre historia y sociedad, desde lo local hasta lo global. Las
mismas familias tienen acervos de fotografías del presente y del pasado con las que las niñas pueden relacionarse fácilmente, y sobre las que las familias saben mucho. También hay muchas fotos que se pueden usar en las redes sociales, los periódicos locales, los libros y las revistas. La sección “Week in Pictures” en el sitio de fotos de la BBC publica semanalmente una selección de fotografías maravillosas sobre eventos de la semana en todo el mundo, con pequeños pies de foto (en inglés) que las contextualizan. En Internet hay archivos históricos nacionales e internacionales, por ejemplo, la mediateca del INAH o el repositorio de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Como los niños también toman fotos, ellos también crean fuentes primarias que pueden usar para sus investigaciones.
Una advertencia: hay fotos que no son fuentes primarias. Las “imágenes de archivo” que muchas veces encontramos en Internet o en las revistas son fotografías producidas con modelos, escenografía, iluminación... Muestran una “familia”, una “oficina”, una “fiesta”; pero nada de esto es real. Hay que evitar usar este tipo de fotos para las investigaciones, y también conviene enseñarles a los niños la diferencia entre una foto auténtica y una foto de archivo.
De hecho, ser críticos con las imágenes es una habilidad crucial para las niñas. Las imágenes nos bombardean por todos lados, y muchas de ellas son más engañosas que informativas: pensemos en las imágenes de la publicidad, las del periodismo tendencioso, las de las campañas políticas, las que circulan en redes sociales acompañadas de textos que no corresponden a esas imágenes... ¿Qué hacer ante esto? Aprender a hacer crítica de fuentes, como veremos en la siguiente sección.
Pero antes, comparto otras recomendaciones de fuentes primarias y secundarias que pueden usarse, además de las fotografías, para el Enganche y para la Experiencia con fuentes:
Boletines, comunicados, folletos y posters.
Mapas de la localidad y la región.
Información estadística del INEGI.
Bouncy Maps es un sitio web con cartogramas interactivos sobre energía, agricultura,
ganadería, minerales, economía, población, religión, conflicto y salud.
Dollar Street es un sitio con miles de fotografías de cómo viven las familias en todo el mundo con diferentes niveles de ingresos.
Los canales de YouTube EmperorTigerstar y Ollie Bye tienen videos con mapas de cómo fueron cambiando los imperios, las fronteras y los países en África del Sur, el Sudeste Asiático , América del Norte, América del Sur, el mundo entero, etcétera.
El mapa interactivo de México de GeoComunes, que muestra dónde hay presas, autopistas, proyectos eólicos, áreas protegidas, etc.
La página Mapas de México en Facebook publica mapas interesantes y sencillos sobre muchos temas; por ejemplo, qué productos exporta más cada estado, cuál es la marca más famosa proveniente de cada estado, o cuáles son los grupos de inmigrantes extranjeros más comunes en cada estado.
Noticonquista es un sitio que armó el Instituto de Investigaciones Históricas con ocasión de los 500 años de la conquista de México. Contiene numerosas fuentes primarias sobre la Conquista y la Colonia.
Este repositorio de la UNAM tiene fotos, documentos y postales históricas.
Una vez que tenemos las fuentes, ¿cómo sacarles jugo para responder a la pregunta de investigación? Mediante la crítica de fuentes, la lectura y análisis y la formulación de conclusiones:
Crítica de fuentes
Recién hablábamos de la importancia de ser críticos con las imágenes. Lo mismo aplica para todo tipo de fuentes, mensajes e informaciones que los niños encontrarán en la escuela, los medios de comunicación, el Internet y en la vida cotidiana. Por eso tienen que aprender a hacer crítica de fuentes: es una de las habilidades más importantes que pueden aprender. Su principio básico quizá puede resumirse así: “no creas todo lo que ves/lees/oyes”. La crítica de fuentes debe convertirse en un paso automático: que los niños ya no conciban usar ninguna fuente de información, ni dentro ni fuera de la escuela, sin antes haberla criticado. Tiene que llegar a ser tan lógico, necesario y natural como cerrar la llave del agua o saludar al llegar a un lugar.
¿Cómo se hace la crítica de fuentes? ¿Y cómo se aprende a hacerla? Por suerte, varias educadoras y educadores como Wineburg, Wineburg, Martin y Montesano y Austin & Thompson han dividido esta compleja habilidad en partes más pequeñas. Esta guía está basada en su trabajo:
Crítia de fuentes: Información para guías | ||
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Preguntas guía | Por qué importa | Ejemplo: Crítica de un tríptico turístico sobre Creel Pueblo Mágico para responder la pregunta: “¿En Creel la gente tiene lo necesario para vivir?” |
1. ¿Qué es esta fuente? | Lo primero es saber qué clase de documento o fuente tenemos. Si es un libro, ¿es un libro de cuentos? ¿un libro informativo? Si es una imagen, ¿es un dibujo? ¿una fotografía? Si es un artículo, ¿es de opinión, o una nota informativa? | Es un tríptico turístico sobre Creel Pueblo Mágico. |
2. ¿Cuándo y dónde fue creada? | A veces la fecha importa mucho para saber cómo tomar una fuente. Si la pregunta es sobre la sociedad contemporánea, una fuente de hace treinta años no nos servirá, porque está desactualizada. Si la pregunta es de un hecho histórico, muchas veces las imágenes que hay fueron creadas décadas o siglos después, y son hechas con fines más ideológicos o fantasiosos que informativos. En cada caso tiene que reflexionarse si la fecha y el lugar de creación importan. | No aparece una fecha en el tríptico, pero parece más o menos reciente por el logo de “MÉXICO” en letras de colores. No aparece información sobre el lugar de creación. Hay fotos de Creel, pero no sabemos si el tríptico fue elaborado en Creel o en otro lado. |
3. ¿Quién la creó? | Primero hay que ubicar quién o quiénes crearon la fuente. Puede ser una persona, una instancia de gobierno, una universidad… Si se trata de algún testimonio, hay que preguntarse si la persona vivió de primera mano la situación o sólo supo de ella a través de otras personas; de dónde era y qué idioma hablaba; si tenía algún sesgo en particular (por ejemplo, ¿Hernán Cortés tendría razones para exagerar sus hazañas de conquista en sus cartas?). Si es un texto informativo, hay que preguntarse si la autora es experta o conocedora en el tema, o si la institución que lo publica es confiable. |
El tríptico tiene el logo del Consejo de Promoción Turística de México (‘MÉXICO’ en letras de colores) Es probable que las personas que hicieron el tríptico supieran algo sobre el turismo en Creel, porque a eso de dedican, pero por cómo escriben sobre Creel, no parece que sean personas que vivan ahí. |
4. ¿Para qué fue creada? | ¿La fuente fue creada para entretener? ¿Para convencer? ¿Para informar? (Aunque los medios de comunicación tengan el propósito de informar, suelen enfocarse lo más dramático y no en el panorama completo, pues también están hechos para vender). Si es una fuente histórica, ¿cuál era el mensaje y a quién iba dirigido? | El tríptico fue creado para atraer e informar a los turistas sobre Creel. |
Y entonces... | ||
5. ¿Qué relevancia y confiabilidad tiene esta fuente para nuestra pregunta? | Tomando en cuenta qué tipo de documento es, cuándo, dónde, por quién y para qué fue creado, ¿es útil y confiable para nuestra pregunta? No hay fuentes que sirvan para todo: todas son parciales, todas tienen perspectivas, sesgos y limitaciones. Pero de casi todas podemos aprender algo. Un testimonio, por ejemplo, tiene la desventaja de ser la perspectiva de una sola persona, pero tiene la ventaja de dar una visión de primera mano. Con las encuestas pasa lo contrario: nos dan la perspectiva de muchas personas, pero no dan detalles de primera mano. |
Los creadores de un tríptico turístico muestran cosas atractivas de Creel para los turistas; no muestran cómo vive la gente en Creel (y menos los aspectos negativos). Pero el tríptico habla de lugares naturales que otras personas vienen de lejos a ver, y que la gente de Creel tiene en casa. Eso quizá nos dice algo sobre la pregunta de investigación. Los servicios turísticos que se anuncian, ¿también tendrán algo que ver con la pregunta? |
6. ¿Qué información NO nos da esta fuente para nuestra pregunta? | No hay fuentes que sirvan para todo, ¿para que NO sirve esta? ¿Qué voces y perspectivas NO incluye? Habrá que buscar fuentes que cubran ese hueco, o al menos saber que tenemos ese hueco. | Aunque el tríptico nos puede dar algunas pistas para la pregunta, más bien necesitamos fuentes con testimonios de los pobladores y datos estadísticos que nos hablen sobre el bienestar de la población. |
Se puede hacer una lámina con las preguntas guía para uso de los niños:
Crítia de fuentes | |
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1. ¿Qué es esta fuente? | Eso importa para mi pregunta porque... |
2. ¿Cuándo y dónde fue creada? | Eso importa para mi pregunta porque... |
3. ¿Quién la creó? | Eso importa para mi pregunta porque... |
4. ¿Para qué fue creada? | Eso importa para mi pregunta porque... |
Entonces | |
5. ¿La fuente es relevante y/o confuable para mi pregunta? | |
6. ¿Qué información NO me da esta fuente para mi pregunta? |
La crítica de fuentes es compleja: las niñas no la dominarán a la primera, sino que irán conociéndola y practicándola poco a poco. Los más pequeños pueden empezar con algo sencillo, distinguiendo géneros más de ficción de otros más realistas e informativos: ¿Esta imagen es una ilustración o una foto? ¿Este libro es un cuento, o es un libro informativo?
En grados intermedios, los niños pueden aprender a hacerse y responderse más y más de estas preguntas guía con ayuda de sus guías. Por ejemplo, para la pregunta 3, ‘¿Quién la creó?’ podemos enseñarles en qué parte de los documentos buscar a la persona o institución que creó un documento, y dónde encontrar información sobre ellos (en la contraportada de la revista, en el prólogo del libro, en el pie de la foto, en los créditos del video, con ayuda de una búsqueda en Internet...). Conviene también que aprendan a usar las palabras “relevante” y “confiable”. Aunque suenen complejas, son niños pueden aprenderlas, y les servirán mucho tanto en las investigaciones como en la vida.
Cuando ya estén más avanzadas, quizá las niñas pueden hacer la crítica de fuentes ellas solas, sin necesidad de que se les recuerde hacerlo ni se les guíe. Si necesitan un acordeón, pueden usar la lámina con las preguntas.
No es necesario que los niños cumplan todos los pasos con cada fuente que vayan a usar, pero sí es necesario que siempre tengan ese momento de pausa en el que toman conciencia de qué clase de documento tienen en las manos, de dónde salió, y en qué medida les servirá para su propósito. Como en todas las fases de la investigación, lo ideal es que lo hagan en mucho diálogo con otros niños y adultos. No importa si no dominan la crítica de fuentes por completo: lo importante es que lleguen a comprender su sentido y no conciban NO hacerla cada vez que usen fuentes.
Lectura y análisis
Con la lectura y análisis, los niños averiguan qué les dicen las fuentes sobre su pregunta de investigación. El rol de sus guías puede ser doble. Primero, apoyarlos y acompañarlos si lo necesitan para que efectivamente puedan leer y analizar las fuentes; de lo contrario, si todavía no son lectores consolidados, podrían no saben qué hacer con los documentos, no comprenderlos, quedarse con aspectos superficiales, o recurrir al clásico “copiar y pegar”. Una manera de dar este acompañamiento es mediante una lectura/análisis comentado. Podemos sentarnos con ellos e ir leyendo la fuente, y comentar juntos su contenido y qué les hace pensar sobre su pregunta de investigación.
El otro rol de las guías es ayudar a los niños a desarrollar estrategias, o maneras de hacer las cosas, para que puedan leer y analizar diversos tipos de fuentes de forma cada vez más autónoma. Estos son algunos ejemplos:
Para trabajar con un libro, ayuda mucho saber usar el índice, los subtítulos y los encabezados para hacer lecturas rápidas y encontrar las partes relevantes, en lugar de intentar leerlo todo de principio a fin.
Para analizar imágenes, una estrategia puede ser definir primero cuál es su foco (por ejemplo, la persona que se retrató), y luego dividir la imagen en seis partes iguales (tres arriba y tres abajo) para buscar detalles adicionales en cada una.
El cuadro “Veo, pienso, me pregunto” que presentamos en el Enganche es otra buena estrategia para analizar imágenes.
Para trabajar en parejas con un texto corto: 1) La primera niña lee una frase. El segundo niño repite esa frase con sus propias palabras (para monitorear comprensión). Él mismo lee la siguiente frase. La primera niña la parafrasea y lee la siguiente, y así se turnan hasta completar el texto. 2) Entre los dos subrayan las partes que les parezcan más importantes para responder la pregunta de investigación 3) Entre los dos platican qué respuestas puede dar la fuente a la pregunta y las anotan.
Se necesitan estrategias para ir registrando los hallazgos de todo el juego de fuentes. Los cuadros son una gran opción. Pueden hacerlos en su cuaderno, en cartulinas o en la computadora. Si los niños aprenden a diseñar y usar cuadros, será una habilidad que les servirá el resto de su vida.
Veamos opciones de cuadros usando como ejemplo la investigación que planteábamos antes, con la pregunta “¿Las personas en Creel tienen lo necesario para vivir bien?”. Habíamos dicho que en fase del Enganche los niños ya habrían reflexionado sobre qué cosas se necesitan para vivir bien. Entonces podrían diseñar un cuadro como éste para ir registrando lo que aprenden de cada fuente:
Pregunta de investigación: ¿Las personas en Creel tienen lo necesario para vivir bien? | |||||
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Hogar | Alimento | Salud | Seguridad | Otros | |
Entrevista con madre de familia | |||||
Lámina 7 del Diagnóstico Estadístico del Municipio de Bocoyna |
Otro cuadro para el mismo fin podría verse así:
Pregunta de investigación: ¿Las personas en Creel tienen lo necesario para vivir bien? | |||
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Sí | No | Más o menos | Fuente |
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El cuadro incluso podría integrar todas las partes de la Experiencia con fuentes: el juego de fuentes, la crítica, el análisis, y las conclusiones:
Pregunta de investigación: ¿Las personas en Creel tienen lo necesario para vivir bien? | |||
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Fuentes | ¿Qué relevancia y confiabilidad tiene esta fuente para la pregunta? | ¿Qué información NO nos da esta fuente para nuestra pregunta? | ¿Qué me dice la fuente para responder a la pregunta de investigación? |
Artículo “Proponen que Cree sea el municipio 68” | |||
Entrevista con madre de familia | |||
Lámina 7 del Diagnóstico Estadístico del Municipio de Bocoyna | |||
Conclusiones sobre la Pregunta de investigación: | |||
Otras conclusiones, preguntas o ideas: |
Como podemos ver, la pregunta de investigación siempre está en la parte de arriba. Es bueno que la pregunta siempre esté a la vista, para no perder el foco.
Independientemente de qué estrategia sea, podemos ayudar a que las niñas la aprendan a usar de forma autónoma si:
La estrategia tiene un nombre con el cual identificarla y hablar de ella. (Por ejemplo, a uno de los cuadros de arriba podríamos llamarlo “Sí, No, Más o menos, Fuente”)
Entienden para qué sirve y en qué casos aplicarla.
Saben qué pasos lleva.
Ven a alguien más experto usando la estrategia y pensando en voz alta.
Tienen muchas oportunidades para practicarla.
Estas oportunidades a veces son con acompañamiento de la guía, a veces en diálogo
entre niños y a veces de forma autónoma.
Formular conclusiones a partir de las fuentes
La conclusión es aquello que pensamos sobre la pregunta de investigación a partir de la crítica, lectura y análisis del juego de fuentes. Este paso puede ser de los más difíciles si los niños nunca han hecho algo así, porque implica sintetizar diferentes materiales y crear algo nuevo a partir de ellos. ¿Cómo podemos apoyarlos?
Tener notas y registros. El primer paso es que las niñas tengan formas de registrar su trabajo de crítica y lectura/análisis de fuentes, como mostramos en la sección anterior. Tener notas organizadas y en sus propias palabras les facilita sacar mejores conclusiones que si intentan sacarlas directamente de las fuentes.
Dialogar. Con las fuentes y las anotaciones a la mano, podemos invitar a las niñas a que dialoguen entre ellas y con nosotros sobre sus conclusiones. En ese diálogo podemos ir poniendo ejemplos y orientaciones para que vean de qué se trata la formulación de conclusiones. Por ejemplo, podemos sugerirles que comenten:
Las fuentes que más me sirven para responder a la pregunta son ______ porque _________.
Las fuentes en las que más confío para responder a la pregunta son _______ porque _________.
Yo creo que __________, porque varias fuentes dicen que _______.
Yo pensaba que _______, y esta fuente me hizo pensar que ________.
Algo que todavía no entiendo/sé para poder contestar la pregunta es ______________.
Este fuente dice que ______; esta otra dice que _____: mi conclusión es que
________, porque _______.
3. Plasmar las conclusiones. Podemos orientar a los niños para que plasmen sus conclusiones de distintas formas. Una manera sencilla para los que todavía no escriben mucho es hacer un dibujo con la pregunta de investigación como título. También se puede hacer de forma muy breve y sencilla por escrito. Si no saben por dónde empezar, podemos apoyarlos con guías como éstas:
“Yo creo que las personas en Creel (tienen / no tienen / en parte tienen) lo necesario para vivir bien porque ________________________________________________________.”
Una guía más avanzada y completa podría ser:
“Las personas en Creel (tienen / no tienen / en parte tienen) lo necesario para vivir bien, porque _______________________________________________. Eso lo aprendí en_________ y en _________ que son fuentes confiables y relevantes para este tema porque ____________.”
Además de formular conclusiones sobre la pregunta de investigación, las niñas también pueden registrar otras conclusiones, ideas, o preguntas adicionales, como se muestra en el último cuadro. En las buenas investigaciones suele pasar que aprendemos mucho más de lo que esperábamos, y nos surgen nuevas preguntas que nos llevan a nuevas investigaciones. Es útil registrar todo esto.
Resumen
La Experiencia con fuentes es la segunda fase de la investigación. Es en donde obtenemos fuentes de información y las usamos para contestar nuestra pregunta. Esta fase puede tomar formas muy distintas dependiendo de los propósitos, fuentes, métodos y recursos disponibles; pero siempre debe:
Tener un juego de fuentes auténticas (primarias o secundarias) que ayuden a responder la pregunta de investigación desde distintas perspectivas. Las fotografías son una gran opción, pero hay muchas otras que pueden usarse.
Hacer la crítica de fuentes para reflexionar sobre su confiabilidad y relevancia para la pregunta.
Hacer la lectura y análisis de las fuentes.
Formular conclusiones sobre la pregunta a partir del juego de fuentes.
Estos pasos no siempre siguen ese orden: a veces se mezclan, y a veces se regresa de uno a otro. Sin embargo, puede ser muy práctico para las niñas aprender poco a poco el nombre y el sentido de estos pasos, porque eso les da un camino para realizar las investigaciones y les da un lenguaje para hablar de su trabajo.
La Experiencia con fuentes puede ser más abierta o más dirigida. Podemos hacer algunas partes más dirigidas para facilitar el proceso; por ejemplo, podemos identificar fuentes y adaptarlas a un nivel más sencillo, podemos hacer la lectura/análisis junto con las niñas, o podemos facilitar un diálogo para sacar conclusiones. También podemos ayudarle a los niños a aprender estrategias; como realizar la crítica de fuentes, usar cuadros para la lectura/análisis, o redactar las conclusiones en un párrafo.
Aquí no terminan las investigaciones. Sigue la última fase: el Argumento o Acción.
Argumento o acción
Al terminar la Experiencia con las fuentes, las niñas ya tienen respuestas a la pregunta de investigación. Ahí podría terminar la investigación. Sin embargo, las investigaciones en historia y las ciencias sociales nos mueven a tener posturas, a expresarlas y a actuar en el mundo. Entonces, ahora que aprendimos algo y tenemos respuestas a la pregunta, ¿qué sigue? ¿qué toca? Ésa es la tercera fase de las investigaciones: el Argumento o Acción.
A veces esta fase se da sin necesidad de propiciarla: los aprendizajes y reflexiones naturalmente llevan a los niños a comunicar sus ideas a sus compañeros, investigar más, hablar con sus familias, querer visitar algún lugar, querer ayudar, etcétera.
Otras veces, en cambio, pueden terminar sus conclusiones y dar por terminado el asunto. Ahí hay un potencial para animarlos a dar un siguiente paso, y ayudarlos a ver que las investigaciones se pueden poner al servicio de algo o alguien.
El Argumento o Acción no necesariamente tiene que ser algo grande o elaborado. Puede ir desde cosas muy sencillas como:
compartir sus conclusiones con su familia o amigas, y preguntarles qué piensan
hacer una línea del tiempo, o añadir algo a una línea del tiempo que ya tengan
buscar más material sobre el tema
hacer una lista de ideas y preguntas para una siguiente investigación
hacer una mini obra de teatro, video o póster inspirado en la investigación
escribir un poema guiado como éste, titulado “Yo soy...” que comparten Barton y Levstik en su libro. Los niños completan las frases a partir de lo que aprendieron. Se puede usar para muchos temas diferentes:
Soy |
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Soy _______________ Me pregunto ___________ Escucho ____________ Veo ____________ Quiero ____________ Soy ____________
Finjo ____________ Me siento ____________ Toco ____________ Me preocupo ____________ Lloro ____________ Soy ____________
Entiendo ____________ Digo ____________ Sueño ____________ |
El Argumento o Acción puede ser más elaborado o tener mayor alcance. Por ejemplo:
escribir un ensayo o un artículo de opinión, y quizás compartirlo en alguna red social o
un medio local.
contactar a alguna persona relacionada con su investigación que quieran conocer.
agradecer a quienes prestan algún servicio sobre el cual aprendieron.
hacer algún homenaje o asistir a algún evento inspirado en lo que aprendieron.
La Acción también podría llevar a algún proyecto social más grande. Si las niñas tienen una iniciativa así, quizá amerite una nueva investigación con la pregunta “¿Cuál es una buena solución para X?”, o “¿Por qué existe el problema Y?”, o “¿Qué podemos hacer los niños ante Z?”. Esto da pausa ante los primeros impulsos de actuar, y permite aprender más sobre las causas del problema, las diferentes perspectivas y actores involucrados, y lo que sabe y se ha hecho al respecto. Estar informadas y ser críticas puede poner a las niñas en una mejor posición para actuar. Experiencias así le dan un objetivo muy concreto a la investigación, más allá de una pregunta.
En ocasiones, el Argumento o Acción puede ser el motor inicial de las investigaciones, en lugar de ser el punto de llegada (por ejemplo, la necesidad de organizar un evento o resolver un problema). Ya sea que el Argumento o Acción venga al final o al principio, ya sea algo pequeño o grande, incluir esta fase en las investigaciones las vuelve más auténticas, motivantes y promotoras de un aprendizaje más profundo.
Trabajo con niñxs de distintas edades
A lo largo de la guía vimos formas de adaptar las investigaciones y guiar a las niñas según su nivel de lectoescritura, autonomía y experiencia.
Si en casa hay niños de distintas edades (o incluso de la misma edad), podemos hacer distintas combinaciones para aprender por indagación simultáneamente:
Cada uno puede trabajar en su propia investigación y a su propio ritmo. Aún así es importante que hagan pausas frecuentes para hablar de lo que están haciendo, tanto con las demás niñas como con sus guías. El diálogo es crucial para la comprensión, la reflexión y la motivación en todas las fases de la investigación.
Si están en el mismo grado o sólo hay un grado de diferencia, pueden trabajar en equipo en la misma investigación y con las mismas fuentes. Las conclusiones y el Argumento/Acción podrían ser diferentes, porque las preguntas son abiertas.
Otra opción, que puede funcionar tanto para edades similares como diferentes, es que trabajen juntos el mismo Punto de partida, Actividad reflexiva y Extensión del conocimiento previo; pero cada quien se enfoque en una Pregunta de investigación distinta y use fuentes diferentes, apropiadas a su edad.
Coordinación entre familias
El aprendizaje por indagación puede coordinarse entre dos o más familias, ya sea que se organicen entre ellas o desde la escuela. Estos son algunas opciones:
Cada familia trabaja por su cuenta y en sus propios temas, pero se conectan por 20 o 30 minutos cada cierto tiempo para compartir qué están haciendo, intercambiar recursos, entrevistarse mutuamente, presentar sus conclusiones o su Argumento/Acción, etcétera.
Todos trabajan con el mismo Enganche en una misma sesión virtual. A partir de ahí, cada niño/familia trabaja independientemente, buscando sus propias fuentes. Después del tiempo que se establezca (por ejemplo, una semana), se vuelven a conectar para
compartir las conclusiones y Argumentos o Acciones.Una guía o maestra diseña una misma investigación dirigida para todo el grupo,
incluyendo el Enganche (Punto de Partida, Actividad Reflexiva, Pregunta de Investigación, material para la Extensión del conocimiento Previo); el juego de fuentes ya seleccionadas y adaptadas; las estrategias y actividades para su crítica, lectura, análisis y formulación de conclusiones. El Argumento/Acción podría quedar libre, o bien, podría ser también un proyecto en común.
Un ejemplo: ¿El periodo colonial en México fue hace mucho o poco tiempo?
Esta pregunta tiene diferentes respuestas posibles, todas muy interesantes de discutir y respaldar con información y evidencia. En el proceso, los niños no sólo aprenden qué fue, cuándo fue y cuánto duró la colonia (ésa sería solo la información básica de inicio); también reflexionan qué significa la colonia para ellos y desde diferentes perspectivas. Por otro lado, las niñas no suelen tener nociones claras sobre las escalas y medidas de tiempo (fechas, décadas, siglos, milenios...), y esta investigación les puede ayudar a desarrollarlas.
Este es un posible juego de fuentes para trabajar la pregunta, pensado para niñas y niños avanzados, o para adolescentes. Da una idea de la variedad de fuentes que pueden usarse para abordar preguntas de investigación. Muestra también que las fuentes no tienen que coincidir perfectamente con la pregunta para ser útiles, y que se pueden aprender muchas cosas importantes con ellas mientras se investiga una pregunta aparentemente simple.
Fuente | Qué podría aportar esta fuente |
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Punto de partida para la Actividad reflexiva: Un mapa colonial temprano de la ciudad de México | ¿Cómo puede ayudar esta fuente a activar el interés y los conocimientos previos de los niños? Los mapas antiguos suelen ser interesantes y generadores para ellos. Además, son fuentes primarias que reflejan las perspectivas de la época. Las niñas pueden comparar estos mapas con los contemporáneos que conocen (como los de GoogleMaps), así como con la imagen que tienen de la Ciudad de México en la actualidad. |
Fuente 1: |
Éste es un texto largo y complejo, pero se pueden usar algunas partes de los primeros dos párrafos. Aunque fue publicado en 1994, los zapatistas ya hablaban de los “500 años de luchas” (quizás tomando como referencia 1492 y no 1521). Su perspectiva es de las más relevantes para contestar la pregunta, porque se ven como “producto de 500 años de luchas”: son muchos años de luchar (buena parte de ellos durante la colonia), y a la vez, no tantos como para que sean luchas del pasado. Por otra parte, ésta es una fuente primaria clave en la historia reciente de México, y los niños rara vez tienen la oportunidad de verla. |
Fuente 2: Carta de Andrés Manuel López Obrador al Rey de España (2019) |
En esta carta, el presidente actual de México le exige al Rey de España pedir perdón por la Conquista. La carta es interesante, accesible, y deja claro que la Conquista comenzó hace 500 años. Aunque no dice si eso fue hace mucho o poco tiempo, los niños podrían concluir que no fue hace tanto, dado que AMLO todavía piensa que amerita una disculpa por parte de España. |
Fuente 3: La respuesta del Gobierno de España a Andrés Manuel López Obrador (2019) |
Ésta es la contraparte de la Fuente 1. |
Fuente 4: |
Esta línea del tiempo de las culturas mesoamericanas comienza en el año 2500 Antes de la Era Común, y termina en el año 1500 de la Era Común (poco antes de la Conquista). Desgraciadamente, como muchas líneas similares, se detiene y no incluye el periodo colonial ni el poscolonial. Sin embargo, si los niños la completan con los 300 años de Colonia y los 200 de vida independiente, pueden ver qué tan remota es la Colonia en el tiempo, y cmpararlo con la longevidad previa de las culturas mesoamericanas. Además, a esta escala se ve lo reciente y corto del imperio Mexica que la Conquista vino a desmantelar. |
Fuente 5: |
Ésta es una fuente primaria del periodo colonial tardío. Esta noticia muestra cómo la población reaccionaba a los terremotos y enfermedades mediante la oración; a diferencia de lo que se haría hoy en día (planes de contingencia, medidas de higiene). Esto podría sugerir que la colonia ocurrió hace mucho tiempo. Las niñas también podrían fijarse en el estilo antiguo del texto y la apariencia del periódico. |
Fuente 6: |
Para usar esta fuente, podríamos explicarles a los niños que la mayoría de la gente no puede rastrear su historia familiar tantas generaciones atrás, pero algunas personas en México y en España llevan registros cuidadosos de su línea familiar desde el siglo 15 porque claman ser las y los descendientes de Moctezuma. Esta fuente puede permitirles visualizar el número aproximado de generaciones que les separan del periodo colonial, y así tener otro parámetro para decidir si fue hace mucho tiempo o no. |